Taller 10
Horario 1103
Horas:
8 — Teóricas
Sílabo:
Aquello que se abstrae aquí, tal como espero que luego llegue a ser una certidumbre para cualquiera, no es sino la voluntad, en cuanto aquello que constituye la otra vertiente del mundo, pues éste es por un lado enteramente representación y por el otro enteramente voluntad.
Arthur Schopenhauer
La voluntad del edificio
La enseñanza de la arquitectura es una afirmación de nuestra voluntad por el edificio, a través del proyecto arquitectónico nos enfrentamos de manera cotidiana a una pulsión de transformación y a imaginar su fenómeno desde su representación. Es así, que tomamos la afirmación de Olgiati cuando dice que la responsabilidad de
un estudiante/arquitecto con su sociedad es el edificio, pero para definirse como tal, desde su conciencia de cosa en sí, debe construirse desde la reflexión de su propia disciplina.
Toda circunstancia extra arquitectónica será un insumo que afectará al edificio y viceversa, a partir de una reflexión y acción arquitectónica estas pueden, desde su representación, sintetizar la problemática del entorno y del propio edificio.
Asimismo, el insumo para el edificio es la propia arquitectura como fuente de mediación entre el territorio que la contiene, la sociedad que la requiere y acoge, y el paisaje que construye desde su presencia. El edificio será el espacio para interiorizar el legado arquitectónico que habita en nuestro territorio desde tiempos milenarios, además de generar el diálogo con otros que sirvan como referencia para cada proceso, su estudio, lectura y representación posibilitan un diálogo crítico e intenso con el quehacer de la disciplina.
Entendemos que los edificios le otorgan un sentido a las ciudades y ciudadanos, y al mismo momento necesitan explicitar y justificar su presencia en relación a la sociedad, territorio y ciudad que habita y transforma. La época en que vivimos requiere del edificio el sentido de su presencia, este será pues el reto de nuestra disciplina y enseñanza, otorgarle un espacio crítico al edificio, no solo como una representación contingente, sino también como una experiencia en el hacer, en la cosa en sí. El sentido que otorga el edificio a la vida de las personas, será una
reflexión propia desde donde nos situamos. Cada experiencia de los alumnos, manifiesta una mirada del mundo. Es así que nuestro mundo se construye desde cada edificio y su representación.
“El mundo es mi representación” decía Schopenhauer. El edificio como voluntad hace de su representación un imaginario de ese mundo por venir, contingente, pero pertinente por su compromiso.
El edificio establece un orden en su entorno, una manera de articular las experiencias del espacio, su materia y técnicas son manifiestas de una lectura sensible de la sociedad en donde se establece. Es por ello que la experiencia que tenemos de un espacio arquitectónico es responsabilidad del arquitecto, la acción y experiencia del sujeto no modifica las ideas que fueron acuñadas por su autor, ni se mediatizan por el discurso o narrativa. Esa experiencia es antes que nada la representación de las ideas, las cuales acompañan de manera permanente el proceso de diseño, y modelan las acciones arquitectónicas que en ellas se dan.
La representación del edificio.
Si bien la voluntad es la cosa en sí, la representación es su fenómeno, es así, que para la enseñanza del proyecto, el edificio se representa de manera que nos permita no solo construir su realidad, sino sobre todo como una plataforma para pensarlo de manera disciplinar.
El taller sintetiza su representación en relación a la planta, la sección y el alzado, tres fenómenos que de manera simultánea irán recogiendo y actualizando el proceso de diseño.
El modelo se inserta como un espacio para la indagación permanente, desde el fragmento o la totalidad del conjunto, se llevará de manera rigurosa a un nivel extremo de precisión.
Pensar desde la materia.
La reflexión desde la materia y las diversas formas que toma en relación al edificio es un campo de exploración transversal al curso complementario.
Se establecerán dinámicas que hagan uso del laboratorio de fabricación que les
permita a los estudiantes tener una experiencia directa con las ideas y su realidad material.
La crisis del planeta.
El reto de nuestra disciplina en sociedades como las nuestras en donde los estados tienen la responsabilidad de superar el déficit de infraestructura que el país necesita, el edificio se vuelve relevante, es así, que confrontamos las iniciativas del estado a nuestra pedagogía.
El edificio está en crisis, decimos al inicio del taller 9, pero claramente estaban en crisis las maneras en cómo se proyectan y ejecutan. Hacer arquitectura desde el edificio en el marco de la crisis del planeta es pensarlo desde algunas inteligencias arquitectónicas y técnicas. Hacerlo sostenible implica un proyecto que dialogue e
interiorice una reflexión arquitectónica, como respuesta a la sociedad, territorios, recursos y medio ambiente.
Nuestro compromiso es con el edificio como herramienta para transformar y mejorar nuestros entornos sociales, medioambientales y territoriales. Renunciar a pensar el edificio desde sus valoraciones espaciales e inteligencias disciplinares, es renunciar a ser parte del cambio en la infraestructura de nuestro país.
CRÉDITOS: 8
REQUISITOS: Taller 9, Seminario PFC 1, Historia y Teoría de la Arquitectura 4, Taller de Investigación y Aprobados 190 créditos, Aprobados 3 créditos electivos de la especialidad del grupo 3, Seminario PFC 2 (paralelo)