Arquitectura PUCP brilla en el Concurso Fundación Academia Diplomática del Perú
Fecha de publicación: 06 de noviembre de 2024
Arquitectura PUCP se complace en celebrar el gran logro de nuestros docentes y egresados en el Concurso arquitectónico de la Fundación Academia Diplomática del Perú. Además de ganar un premio monetario, ganar el concurso abre la posibilidad de realizar el expediente técnico del proyecto. De 126 propuestas presentadas, los ganadores fueron de nuestra casa de estudios.
El equipo ganador fue liderado por los egresados Ernesto Chumpitaz y Andrés Solano. Andrés además ha sido docente PUCP desde hace varios años y es el coordinador del equipo para el Plan Director de la PUCP. Su equipo también incluyó a los egresados Vittorio Zolezzi, Cristian Flores y a la estudiante Andrea Valverde. Su propuesta titulada BALCÓN nace de una reflexión sobre el impacto que tienen las edificaciones en la producción de carbono y el cambio climático.
El segundo puesto también fue ocupado por docentes PUCP. Vhal del Solar, docente y egresado, y Alex Hudwalker (además reciente ganador de la curaduría del pabellón peruano para la Bienal de Venecia 2025). Y en el tercer puesto tenemos lo ocuparon Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay, arquitectos galardonados internacionalmente y respetados docentes de pregrado y posgrado.
Dos de las 3 menciones honrosas fueron para el Arq. Manuel Flores (docente) y para el equipo formado por los egresados Arq. Jose Luis Miranda Aguilar, Arq. Gustavo Ghezzi Novak y Arq. Arturo Ghezzi Novak.
Memoria del proyecto ganador
La propuesta de ampliación presentada se concibe como una pequeña construcción a manera de pabellón que se posa sobre el jardín existente de la casona de la Fundación Academia Diplomática del Perú (FADP). El proyecto es una pieza construida más dentro de otras pre-existentes en el terreno, cada una realizada en un tiempo distinto. Se pone en consideración los retos actuales de un siglo XXI en madurez, respecto al cambio climático, la crisis de recursos y la sostenibilidad. Estos valores y preocupaciones están presentes en las nuevas generaciones que serán formadas por esta institución como futuros representantes del Perú ante la comunidad internacional y por tanto se piensa la arquitectura como una herramienta más del aprendizaje.
Como arquitectos, cada vez somos más conscientes del impacto que tienen las edificaciones en la producción de carbono. Salvo aquellas realizadas en tierra, usualmente a mayor peso de la edificación, mayor impacto negativo en el planeta. Esta conciencia material se ve reflejada en la propuesta que busca un diálogo respetuoso con el entorno con un edificio ligero, buscando afectar lo menos posible el entorno existente y reduciendo lo más posible el uso de materiales de concreto, con mayor huella ecológica.
Es así como la propuesta desarrolla un edificio de imagen sobria y sensible con la preexistencia de la casona neocolonial. Una estructura sensata de concreto, de dimensiones equilibradas y resistencia necesaria es rodeada por una envolvente ligera de madera laminada. Una envolvente que se vincula a la tradición de los balcones de ascendencia mudéjar de nuestra arquitectura colonial, como en la casona Torre Tagle.
Por otro lado, la concepción del edificio y el programa requerido se piensa en consideración con su ciclo de vida y los cambios posibles de uso en el tiempo. La educación está en un cambio y evolución constante. El aprendizaje se da hoy casi en cualquier lugar, en el discurrir de una persona a lo largo de su vida y a través de muchos espacios diferentes. Por ello, se proponen unas plantas de uso flexible, considerando factores que podrían variar el uso intensivo del espacio de una sola actividad; como por ejemplo, la creciente importancia de los repositorios digitales, así como el uso de metodologías de enseñanza más dinámicas, menos dependientes de un Ecran o una pizarra.