Paisaje como infraestructura. Infraestructura como paisaje

Fecha(s): 21 de Junio, desde las 19:00:00

Lugar: Taller T-111

Este libro está conformado por seis artículos seleccionados luego de la convocatoria del Fondo Extraordinario de Apoyo a la Investigación Para Estudiantes (FEAPE) el último cuatrimestre del año 2021. Los autores publicados son Valeria Takano, Kelly Quispecondori, Adriana Rojas, Miguel Angel Santiváñez, Scolli Huaranga y Claudia Borja, ahora egresados y algunos predocentes en la facultad. 

Este fondo busca incentivar la vocación investigadora de los estudiantes de pregrado a través de apoyos económicos para desarrollar sus proyectos de investigación. Todas estas investigaciones nacieron en el Taller de Investigación o en el Taller de Proyecto de fin de carrera (PFC) y fueron necesarias para la obtención del Bachillerato y consecuentemente la titulación, además de ser, instancias donde el alumno/a comienza a profundizar en algún interés y desplegar una serie de argumentos y posicionamientos frente a una problemática específica. El libro se ha separado en dos capítulos: Paisaje como infraestructura e Infraestructura como paisaje. En el primer capítulo, desde las investigaciones proyectuales presentadas, el paisaje se entiende como un sistema infraestructural, un sistema de sistemas, desfasándose del edificio como objeto de proyecto y enfocándose en las relaciones espaciales, sociales, técnicas y logísticas de diferentes contextos y con diversos grados de complejidad. En el segundo cuerpo de investigaciones, las investigaciones presentadas, develan las condiciones de paisaje de las infraestructuras estudiadas, evidenciando cómo estos aparatos operan en diversos registros, impactando de diversas formas sobre sus entornos, deteriorándolos, aprehendiéndolos o conformándose como paisaje.

Estas investigaciones representan una importante vertiente de interés dentro de Arquitectura PUCP. Una constantemente renovada masa crítica de estudiantes se va formando hacia los últimos semestres de la carrera, direcciona la mirada hacia el territorio y reconoce la necesidad de intervenir –en muchos casos para preservar o para salvar brechas- distintas condiciones sociales, materiales y geográficas, evidenciando una actitud o cualidad infraestructural del proyecto de arquitectura y del paisaje.