Mundo Egresado: Roger Acosta

Fecha de publicación: 16 de junio de 2022

Nuestro egresado de Arquitectura PUCP Roger Acosta nos cuenta sobre su experiencia como estudiante y arquitecto en Japón.

1.

En marzo del 2019, un año antes del inicio de la pandemia, Roger se fue a estudiar una maestría a Keio University, en Fujisawa. Desde chico, había estado en contacto con la comunidad Nikkei en el Perú gracias a su familia: su hermano frecuentaba una asociación japonesa y su papá, fotógrafo profesional, trabajó en Fujifilm, lugar donde forjó una relación estrecha con muchos japoneses. A pesar de esto, Roger nunca había aprendido a hablar el idioma. “Cuando llegué a Japón no sabía nada de japonés. Nadie hablaba inglés en las calles. En esas circunstancias, no sabes qué comer, dónde ir, los nombres de las cosas, nada. Venir a Japón se siente como volver a nacer. Al llegar, renuncias a todo. Pierdes a tu familia, tus costumbres, tu cultura, tus amigos, hasta tu lenguaje. Comienzas desde cero”.

 

 

Roger se fue a estudiar una maestría bilingüe en el programa de Environmental Design de la escuela de Media and Governance, orientada a temas de medios, sociales y humanitarios, y donde buscaba acercarse a la arquitectura japonesa en la conjunción entre los territorios y sus técnicas tradicionales. La idea de irse a Japón se cocinó un año antes, en el 2018, escuchando la conferencia “Architecture as frame and reframe” del arquitecto Taku Sakaushi en el aula T-103 de nuestra Facultad. “Me puse en contacto con él. Le escribí un correo presentándome y, como en ese momento trabajaba para la Municipalidad de Lima, lo invité a que venga al centro de Lima para que vea los edificios que estábamos restaurando. En ese paseo le comenté sobre mi interés por estudiar en Japón. Él fue quien me ayudó a establecer mis intereses y las posibilidades académicas que ofrecía su país”.

2.

 

Keio University es una de las universidades privadas más prestigiosas de Japón. La universidad no tiene una Facultad de Arquitectura propiamente dicha. Tiene un programa de arquitectura que se estructura a través de campos temáticos donde los alumnos y alumnas de diversos intereses se mezclan, interrelacionan y construyen individualmente su propia formación académica. “Puedes optar por tener cursos de música o de medicina, y relacionarnos como tú desees con la arquitectura. Es un gran lugar donde todo sucede”.

 

«Mi interés en la maestría era investigar sobre las técnicas constructivas tradicionales; sus valores sociales, políticos, culturales y disciplinares; y cómo estos se mantienen en el tiempo y son aplicados en un lugar. Me fui a vivir un mes a Miyazaki, por ejemplo, un área rural al sur de Japón completamente condicionado por el volcán Aso. Sus construcciones son en piedra volcánica, un material muy inusual para Japón. Investigué cómo a partir de la piedra se construyeron sus módulos de vivienda y sus modos de habitar. Esta región tiene además un sistema de terrazas casi idéntico al de nuestros andenes».

 

 

Cuando recién llegó a Keio University, fue asignado al laboratorio de Hiroto Kobayashi, cuñado de Fumihiko Maki, una figura importante de la arquitectura japonesa contemporánea y quien lo entrevistó durante su proceso de postulación a la universidad. “La escuela se estructura a través de laboratorios; grandes espacios colaborativos que son asignados desde el primer día de clases a partir de tus intereses. En estricto, un laboratorio no es un curso ni forma parte de tu malla curricular. Funciona más como un espacio de tutoría donde estudiantes de pregrado, maestrías y doctores trabajan juntos y se apoyan en los demás cursos; todo bajo la mirada del tutor”. Los tutores de los laboratorios son arquitectos y arquitectas de las oficinas más importantes en Japón. De hecho, el espacio es también un lugar para formar parte de los proyectos de arquitectura de las oficinas de los tutores mientras eres estudiante. “Los miembros del staff de sus oficinas estaban a nuestra disposición para trabajar en conjunto con nosotros. Al terminar el máster, sientes que tu laboratorio es parte de tu familia. Es un sentimiento muy fuerte”.

Al costado del laboratorio de Kobayashi se encontraba el de Shigeru Ban. “Empecé a llevar cursos de maestría con Ban, y al cabo de algunas semanas, me invitaron a ser parte también de su laboratorio”. Ban se convertiría eventualmente en uno de sus asesores de tesis. 

 

«Una de las diferencias mas notorias del acercamiento hacia la arquitectura entre Japón y Perú era utilizada por los profesores como una forma de enriquecer el debate disciplinar. Nuestra vocación como peruano, como latinoamericano en general, es partir desde lo sólido: la masa y el volumen. Acá, en cambio, se piensa y se empieza desde lo ligero. Los profesores en la escuela esperaban precisamente ese perfil de estudiante latinoamericano y propiciaban el intercambio entre nosotros y los japoneses para contrastar y aprender mutuamente desde esa diferencia».

 

 

Cuando en el 2020 la pandemia encerró a todo el mundo, Roger fue invitado por Shigeru Ban a trabajar en su oficina mientras culminaba sus estudios.

3.

 

Actualmente, Roger trabaja en la oficina de SANAA desde hace ocho meses. “Es un trabajo muy intenso, desde las 11 de la mañana hasta el último tren. Kazuyo Sejima es quien regula el tiempo en la oficina. Mientras ella esté, nadie se va. Si es de noche y vemos que sale de su escritorio para servirse un café, sabemos que nos espera una larga noche por delante”.

Al ingresar a la oficina, el arquitecto junior es colocado como parte del equipo de soporte y se dedica a varias labores. Posteriormente, es asignado a trabajar con un team leader, quien tiene a su cargo de 2 a 3 proyectos en simultáneo. El trato directo con Sejima se da de manera puntual durante la revisión de todos los proyectos. “Ella se organiza a través de reuniones. Llega y revisa cada proyecto, y debes estar preparado para darle muchas opciones. Nunca te dice lo que debes hacer, sino más bien intuye la dirección que el proyecto debe seguir”. A pesar de utilizar herramientas digitales como Autocad, Vectorworks y Rhino, en Japón se sigue utilizando la maqueta como centro para la elaboración del partido arquitectónico. “Las opciones que le damos a Sejima son siempre en maqueta. Todo es maquetas en Japón. Se considera la manera más fácil de expresar una idea, un partido. Eso sí, tienen que ser muy sencillas, de papel, y no deberías demorarte más de 5 horas elaborando una. Acá se piensa que si pierdes más de un día haciendo una opción de diseño en maqueta, es probable que no sea una opción adecuada. Ese es el esquema mental”.

 

 

El trabajo en maqueta encierra también otra particularidad en la aproximación hacia el objeto arquitectónico. “Acá en Japón la mayoría de la reflexión está centrada en el espacio y la forma, y lo que puede ocurrir con ellos. Trabajan mucho con maquetas y prototipos, trabajando de cerca con los objetos por lo que se tiene una mirada minuciosa sobre ellos. Nosotros, en cambio, empezamos usualmente desde lo macro. Nuestro reconocimiento pasa muchas veces por el entendimiento territorial a gran escala primero. Es otra idea aproximarse al contexto y es muy interesante contrastar ambas”.

Hace unas semanas Roger visitó Lima luego de tres años, reconectándose nuevamente con sus amigos y familiares, y visitando de paso a nuestra Facultad. “Es impresionante cómo ha cambiado la facultad desde que salí en el 2015”. Sin un plan muy establecido aún, Roger piensa quedarse un tiempo más en Japón. “Me interesa mucho el lenguaje: el idioma japonés pero también el lenguaje arquitectónico de los japoneses. Siento que aun tengo mucho que aprender”.

 

 

Redacción: Comunicaciones Arquitectura PUCP
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